Wednesday, December 21, 2011

Juguemos un Rato al Fin del Mundo.

Necesito gritarte cosas.
Necesito hacerte cosas.
Necesito estallar.

Quiero esos treinta minutos que me devolverían la calma. Quiero tragarme ésta locura. Quiero romper las reglas y enloquecer. O ya enloquecí, y quiero desquitar toda mi demencia en vos.
¿Qué es lo que me pasa? ¿Qué es éste volcan?
Te como las palabras y te como la piel, la arranco y me visto con ella. Y después me la saco y la enciendo con el fuego que me sale de los ojos. Ver tu boca de nuevo, apropiármela por un rato y olvidarla para siempre. Eso quiero.

Lo necesito y me inquieto, doy vueltas y respiro sólo cuando algo logra distraer mi mente. Mis manos son tus manos. Sos la presa ¿O lo soy yo? No estoy segura quién huye de quién.

Te imagino imaginándome. No queriendo nada más ni nada menos de lo que necestio. Abriéndome el pecho con un bisturí y dejando escapar de mi cuerpo todos los demonios que vos mismo depositaste.

¿Cómo serías si lo demás fuera diferente? ¿Cómo serías si el mundo a tu alrededor cambiara? ¿Cómo podría la realidad jamás alcanzar la fantasía? Y ¿cómo será tu pierna, de la cintura a la rodilla? ¿Y tu espalda después del sol de Primavera? Yo la pinto con las yemas de mis dedos, escondida detrás de mi secreto.

Qué sensación maravillosa, y tanto quiero que dure por siempre como que acabe en este instante.