Thursday, December 27, 2012

If I was Young.

Me voy de vacaciones. Y pienso que termina el año.
Nunca fui buena para los finales. No se decir "chau". Y peor aún, no se olvidar.
La gente suele decirme muchas cosas sobre mí misma, y una de ellas es que tengo mucha memoria. Yo no sé qué quiere decir "buena memoria". Pienso que una Buena Memoria sería aquella que recuerde sólo lo bello, sólo lo brillante, sólo lo feliz. Pero yo me acuerdo también muchas cosas feas o malas. Por eso creo que tengo una memoria promedio.

Se me termina el año, y fue un año muy verdaderamente genial. Pensé que me iba a dar miedo, también pensé que no me iba a importar. No cambia el año, ¿verdad? Es uno el que cambia.
Yo cambié mucho, y aprendí mucho de mí. Y últimamente estuve con miedo de volver a ser la que era. Pero ahora ya no tengo miedo, que pase por mí lo que tenga que pasar. Creo que estoy en la época más feliz de mi vida. Al menos la más feliz hasta ahora. Sé disfrutar tantas más cosas...

Y por eso me voy contenta, pero no me escapo.
Todo está un poco más en orden. Me quedan un par de cosas por hacer, un par de besos por dar. Pero no me quedo con las manos vacías.
Y si amo con locura, y si sufro hondo, y si me río hasta no poder respirar y muestro los dientes chuecos de abajo, y si canto muy fuerte y desafino un par de notas, y si me siento poco acariciada, y si vivo fantaseando pedacitos de realidades, y si con tal de tocar un poquito de otra persona le camino demasiado cerca, y si escucho la misma canción doce veces seguidas hasta hartarme y detestarla, y si no puedo evitar llorar cuando miro por las ventanas y me acuerdo que las cosas son como son... es simplemente porque así soy. Y así me gusta ser.

Padre, ojalá él quiera seguir viviendo.
Madre, ojalá ella quiera dejar de sufrir.
Hermano, ojalá el deje de resentir.

Yo, ojalá nunca olvide lo que es ser feliz.

Wednesday, December 26, 2012

¡Ay, Esmeralda!

Me duele la panza del asco que me doy.
Me doy asco porque soy débil, débil. Me dejo convencer por mí misma tan fácilmente.
Me digo que voy a extrañar, que no voy a poder. Me digo que cómo me voy a olvidar. Que cómo dejar de querer.
Pero, ¿No me acuerdo acaso que ya olvidé alguna vez? ¿No me acuerdo que dejé incluso de amar?
Yo no sé cómo es que logro saludarlo, hablarle, mirarlo. No sé cómo contengo las ideas, las imágenes. Y se ve que de tanto entrar y quedarse, se fueron haciendo fuertes. Me están queriendo hacer creer una historia que no existe. Una historia que dice que me enamoro, una historia que es puras mentiras.
Yo no me enamoro.
Yo dejé de enamorarme el día en que aquél me postergó ante tantas prioridades. El día en el que sus besos se hicieron cortos. El día en el que en vez de devorarme sobre la mesa, me amó rutinariamente en la cama. Dejé de enamorarme, y me dije que lo que yo creía amor era deseo desenfrenado. Y que se saciaba, como sacarse la sed con agua.
Y así es ahora también, eso soy, un deseo desenfrenado. Soy todo lo que quiere ser tocado, con cariño, con violencia, con firmeza.
Entonces, basta cabeza de querer convencerme de que hay algo más allá de eso. Es simplemente una picazón. Que se vuelve cada vez peor, porque me rascaron por encima, engañosamente, y ahora pica el triple. Y el cuádruple, y me ahoga.
Pero no es más que eso, y si tuviera la oportunidad de rascarme como desesperada, de encontrarme con las uñas que busco y de pasármelas con fuerza por la espalda, estoy segura de que entonces todo se callaría un rato.
Y en silencio, pasaría la sensación de nausea.

Wednesday, December 5, 2012

Remer Quirar.

Los días pasan tan lento
que a veces me pregunto si es que pasan o me miento,
si estoy quieta en un mismo momento.
¿Avanzamos, o lo siento,
lo imagino, me lo invento?

¿Qué preguntas me sacarán de acá?
Tengo que aprender a escribir la realidad.
No pensar más, accionar, reaccionar.

Dejarme superar por la condena de ser masa consciente
de su existencia, de su muerte creciente,
de cada injusticia que envuelve la vida de éste ente,
y de su soledad que es aparente.

Porque en algún momento estamos todos unidos,
en algún universo todos somos conocidos.
Empezamos siendo pocos y nos reprodujimos
y el mismo Tiempo vuelve a repercutirnos
y repetirnos...

... que ¡basta! de locuras insensatas,
de soñar despierta, de creer que todo el mundo me ata.
Éste pensamiento interminable me mata.

Basta de entristecerme por todo lo que no es y expulsar tanta emoción,
cuando todo lo que es, es mejor que la ilusión,
y lo que puede ser, es pura construcción.